El Parque Nacional Nahuel Huapi, en Bariloche, enfrenta un devastador incendio que ha consumido más de 3.500 hectáreas desde su inicio a finales del año pasado. Pese a los intensos esfuerzos desplegados durante más de tres semanas, las condiciones climáticas adversas complican las labores de los bomberos y rescatistas, quienes luchan sin tregua contra el fuego.
Según el último informe de las autoridades, el fuego, iniciado presumiblemente por un rayo durante una tormenta eléctrica a mediados de diciembre, continúa expandiéndose debido a la combinación de sequía y altas temperaturas. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido una alerta de riesgo “muy alto” de incendios, destacando la peligrosidad de la situación y la necesidad de extremar los cuidados en la región.
Las autoridades locales han tomado medidas estrictas para mitigar el impacto del incendio. El ingreso al área de Los Rápidos y el Circuito Cascada los Alerces permanecerá restringido hasta nuevo aviso, permitiendo únicamente la circulación de vehículos autorizados. Esta decisión busca proteger tanto a los visitantes como al personal de emergencia que trabaja incansablemente en la zona.
El Parque Nacional Nahuel Huapi, conocido por su biodiversidad y belleza natural, enfrenta una de las peores crisis en años. Las llamas se han propagado rápidamente en áreas inaccesibles, dificultando las tareas de control y extinción. Las autoridades instan a turistas y residentes a seguir las recomendaciones de seguridad, evitando encender fuego en zonas prohibidas y colaborando con las medidas preventivas.
La comunidad local y los equipos de emergencia continúan unidos en la lucha contra este desastre natural, mientras el país observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos. La preservación del parque y la seguridad de sus habitantes y visitantes son la prioridad en este momento crítico.
