LA ZONA SUR DE MISIONES ENFRENTA UN VERANO CRÍTICO POR LOS INCENDIOS 

La zona Sur de Misiones se ha convertido en la región más afectada por los incendios forestales, debido a una combinación de factores climáticos y la acumulación de material combustible. Las altas temperaturas, la baja humedad y la falta de precipitaciones han creado las condiciones ideales para el incremento de los focos de fuego, especialmente en áreas rurales y cercanas a centros urbanos. Esta situación ha generado un panorama cada vez más complejo, tanto para los habitantes como para los equipos de emergencia.

Durante el último fin de semana, la Policía de Misiones registró al menos 20 intervenciones en toda la provincia para controlar incendios. Bomberos de la división de Incendios Forestales han intensificado su presencia, trabajando contra reloj para contener los focos en un territorio donde el calor y la sequedad favorecen la propagación rápida de las llamas. Las intervenciones se han centrado principalmente en zonas rurales, donde la vegetación y los pastizales en descomposición son los principales factores de riesgo.

Lisandro Nahirñac, técnico del Plan Provincial de Manejo del Fuego, subrayó la importancia de entender el índice de peligrosidad de incendios, una herramienta esencial para anticipar los posibles focos de incendio y evitar mayores desastres. Según Nahirñac, las condiciones actuales son particularmente complicadas: «Estamos viviendo un verano con temperaturas extremadamente altas y una humedad muy baja, lo que favorece la propagación de los incendios», explicó, resaltando que la situación es más crítica por la escasa cantidad de precipitaciones que se han registrado en la región. Las lluvias, cuando ocurren, son localizadas y no son suficientes para reducir la acumulación de material orgánico que puede actuar como combustible.

Además de los focos rurales, los incendios están afectando cada vez más a las áreas periféricas de los centros urbanos, lo que ha generado un riesgo directo para las viviendas cercanas. Nahirñac enfatizó que el peligro no se limita al campo, sino que se extiende a barrios aledaños a las zonas afectadas. «Las condiciones están haciendo que los incendios se acerquen peligrosamente a las chacras y a las zonas residenciales, lo cual aumenta considerablemente el riesgo para las familias», agregó.

Para mitigar los riesgos, el especialista recomendó a los habitantes de zonas rurales y suburbanas tomar precauciones. Entre sus recomendaciones se incluyen cortar el pasto alto y evitar la acumulación de residuos orgánicos que puedan servir como material combustible. También destacó la importancia de mantener las calles cortafuegos limpias y libres de vegetación, lo que ayuda a frenar la propagación del fuego en áreas cercanas a los asentamientos humanos. La colaboración de la comunidad es clave para enfrentar esta temporada de incendios, que se presenta como una de las más desafiantes en años recientes.