El Xeneize pasó a los cuartos de final de la Copa Argentina en un encuentro tenso, polémico y de alto voltaje emotivo hasta el último pitazo. El encuentro fue tan parejo que el triunfo estuvo al alcance de cualquiera. Incluso, en los penales, Boca se impuso porque se equivocó menos.
Talleres tuvo la oportunidad de ganar en dos ocasiones durante la ejecución de los penales, pero sus futbolistas las desaprovecharon. El Xeneize, en tanto, tuvo una chance en los pies de Pol Fernández, pero su disparo fue atajado por el arquero Herrera.
Finalmente, ganó Boca 8 a 7 y logró el pasaporte a la siguiente instancia, en la que se medirá con Gimnasia y Esgrima La Plata.
La gran polémica se produjo sobre el tanto de Boca que abrió el marcador del cotejo, cuando en la jugada previa al gol de Brian Aguirre, la pelota pareció haber salido de la cancha.
Esa circunstancia despertó la protesta airada de todo el plantel y el banco de suplentes del conjunto cordobés; en una controversia que continuaría después en el vestuario entre dirigentes de Talleres y el árbitro del partido, Andrés Merlos.
Tras lo sucedido allí, las acusaciones fueron cruzadas. Por un lado, el presidente de la T, Andrés Fassi, aseguró que el referí le dio un puñetazo a él y una patada al vicepresidente.
Por otro lado, el diario deportivo ElGráfico indicó que Fassi y otros dirigentes habrían entrado al vestuario de los árbitros con custodios armados y que, incluso, uno de estos habría extraído un arma de fuego.
