Una obra de arte del siglo XVII, titulada Retrato de una dama y atribuida al pintor italiano Giuseppe Ghislandi, reapareció sorpresivamente en Argentina tras permanecer desaparecida desde la Segunda Guerra Mundial. La pintura formaba parte de la prestigiosa colección del marchand judío Jacques Goudstikker, forzada a vender sus obras durante la ocupación nazi. Su reaparición se dio en un anuncio inmobiliario de una vivienda en Mar del Plata, donde apareció colgada en el living de una de las hijas de Friedrich Kadgien, exjerarca nazi cercano a Hermann Göring. El hallazgo fue informado inicialmente por el diario neerlandés Algemeen Dagblad , que identificó la obra gracias a un anuncio con fotos del interior de la propiedad.
Tras ser alertadas del hallazgo, las autoridades argentinas realizaron un allanamiento en la vivienda, pero la pintura ya no se encontró allí. En su lugar, se incautaron carpetas y grabados de la década de 1940 que están siendo analizados. Expertos de la Agencia del Patrimonio Cultural de los Países Bajos confirmaron que las proporciones y colores coinciden con los registros históricos, aunque señalan que la verificación definitiva requerirá análisis del reverso del lienzo para corroborar sellos o etiquetas originales.
Los herederos de Goudstikker —dirigidos por Marei von Saher— anunciaron acciones legales para reintegrar la obra, en el marco de un largo proceso de restitución que ya permitió recuperar más de 200 piezas en 2006. También hay sospechas sobre una segunda pintura desaparecida: un bodegón floral de Abraham Mignon, que podría estar en manos de la misma familia. Este caso pone nuevamente en evidencia la persistente lucha por recuperar bienes culturales saqueados durante el nazismo, y el papel fundamental que tienen las investigaciones de procedencia y los hallazgos fortuitos para dar con piezas que parecían destinadas al olvido.