YERBA MATE EN JAQUE

El sector yerbatero de Misiones atraviesa una de sus crisis más profundas de los últimos años , marcada por la caída en los precios que perciben los productores, el incremento de los costos de insumos y la pérdida de competitividad en el mercado nacional. Los pequeños colonos, que constituyen la base de la producción, denuncian que el valor que reciben por la hoja verde no cubre ni siquiera los gastos básicos de cosecha y transporte, lo que amenaza la continuidad de millas de familias dedicadas a la actividad.

A esta situación se suma la fuerte presión de los secaderos e industrias, que en muchos casos pagan por debajo de los valores establecidos por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). La falta de controles efectivos agrava el problema y genera un escenario de desigualdad entre quienes producen y quienes concentran la comercialización. En paralelo, el consumo interno se ve afectado por la caída del poder adquisitivo de los argentinos, lo que repercute en una menor demanda en góndolas y en la necesidad de buscar mercados externos más estables.

Ante este panorama, organizaciones de productores iniciaron medidas de protesta y reclaman una intervención urgente del Estado para garantizar precios justos, créditos blandos y apoyo a la exportación. El gobierno provincial reconoce la gravedad de la situación y gestiona alternativas con Nación, aunque todavía no se vislumbran soluciones inmediatas. Mientras tanto, la yerba mate —símbolo de la identidad misionera y motor económico regional— se encuentra en jaque, y el futuro del sector dependerá de decisiones políticas y económicas que aseguren su sustentabilidad.