
Como es habitual, Franco mostró su empatía y calidez con la gente. Pese al cansancio del viaje que lo trasladó desde Australia, donde la F1 arrancó su temporada, compartió un divertido rato con los fanáticos. Colapinto disfruta estar con la gente y se retroalimenta en cada contacto con el público.
Por ejemplo, le firmó una “Driver Card” (N. de la R: tarjeta de piloto, souvenir que suelen entregarse en las carreras) a un joven que cumplió años y le hizo una dedicatoria: “Para Cheng Zui Rui: Muy feliz cumpleaños, espero que lo pases en grande querido”.

Los jueves es el denominado “Media Day”, que es la jornada en la que los periodistas tienen el mayor contacto con los protagonistas. Franco volvió a ser un imán para las cámaras, pese a que aún no corre uno de los dos A525 de Alpine, que hoy tiene como corredores titulares a Pierre Gasly y Jack Doohan.
El bonaerense siguió con su trayecto en los boxes y se encontró con el brasileño Gabriel Bortoleto, actual piloto de Sauber en F1 y ex rival en la Fórmula 2 y Fórmula 3, donde ganó los últimos dos títulos en las promocionales.
Mucho se habla del futuro de Doohan, quien tendría un contrato por los primeros cinco Grandes Premios y su futuro estaría sujeto a los buenos resultados. En caso de una eventual salida del australiano, es Colapinto el que suena con más fuerza para poder reemplazarlo, más allá de que hay otros tres pilotos de reserva, Paul Aron, Ryo Hirakawa y Kush Maini.
El argentino tiene más experiencia que ellos con nueve Grandes Premios corridos en 2024 con el equipo Williams. Además, llegó a la escudería francesa de la mano de Flavio Briatore, que es el asesor ejecutivo del team, pero se trata de un mero rótulo formal, ya que en los hechos es el hombre fuerte a la hora de tomar decisiones.