LENIN FUE EL LÍDER DE LA REVOLUCIÓN BOLCHEVIQUE Y FUNDADOR DE LA URSS
El 21 de enero de 1924, el mundo fue testigo de la muerte de uno de los personajes más influyentes del siglo XX: Vladímir Ilich Uliánov, conocido como Lenin. A los 53 años, el principal líder de la Revolución Bolchevique de 1917 y primer dirigente de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) falleció en la ciudad de Gorki (actualmente Léninsky), Rusia, tras una prolongada enfermedad que lo había debilitado durante varios años. La noticia de su muerte dejó una marca indeleble en la historia, cambiando el rumbo de la política mundial y poniendo fin a una era en la historia de la Revolución Rusa.
Lenin había sufrido varios derrames cerebrales a lo largo de los años, los cuales deterioraron gravemente su salud. A pesar de los esfuerzos médicos y su férrea voluntad para mantenerse en el poder, su estado de salud empeoró, y a partir de 1922, ya no pudo ejercer funciones de liderazgo de manera activa. Sin embargo, su figura seguía siendo central en la política soviética, y su influencia se extendía más allá de las fronteras de la URSS, con movimientos comunistas en todo el mundo reclamando su legado.
En su lecho de muerte, Lenin dejó varios escritos y recomendaciones sobre el futuro de la Unión Soviética, aunque su ausencia generó una lucha interna por el liderazgo. Al principio, los principales contendientes fueron León Trotsky, líder militar de la Revolución, y Iósif Stalin, secretario general del Partido Comunista. Esta lucha culminaría en la posterior consolidación del poder por parte de Stalin, quien comenzaría a dirigir la URSS con mano de hierro, transformando el país en una superpotencia global durante las siguientes décadas.
La muerte de Lenin también marcó un hito en la historia de la ideología comunista. Aunque muchos de los principios defendidos por el líder bolchevique siguieron siendo fundamentales en la política soviética, su desaparición provocó la reconfiguración de las estrategias internas del Partido Comunista. La transición hacia una estructura más centralizada bajo Stalin y la transformación de la economía y la sociedad soviética bajo el modelo estalinista serían algunos de los efectos más trascendentales de la partida de Lenin.
Finalmente, el legado de Lenin sigue siendo objeto de debate. Para algunos, es considerado un héroe que luchó por la igualdad y la justicia social, mientras que para otros, sus decisiones llevaron a la creación de un régimen totalitario que, a lo largo del tiempo, sería responsable de numerosas purgas, represión política y la limitación de las libertades individuales. Sin embargo, no cabe duda de que Lenin sigue siendo una figura clave para comprender la historia del siglo XX y la evolución del comunismo en el mundo. Su legado sigue vivo en los estudios históricos, y su figura es recordada en monumentos, plazas y libros que continúan alimentando la reflexión sobre la Revolución Bolchevique y la construcción del socialismo en el siglo XX.
