FIESTAS:RIESGOS DE INTOXICACIÓN POR ALIMENTOS

Rosana Mendoza, ingeniera en alimentos, brinda consejos clave para disfrutar de las fiestas con seguridad alimentaria. Destaca la importancia de conservar adecuadamente los alimentos, evitar el desperdicio y consumir platos frescos y livianos. También advierte sobre los riesgos de la contaminación bacteriana en conservas, carnes y postres fríos, además de recomendar moderación con los alimentos y bebidas alcohólicas. Con estos cuidados, podemos disfrutar de unas celebraciones saludables y segura

Las fiestas de fin de año son momentos de encuentro y alegría, pero también de gran preocupación para la salud alimentaria. ¿Cómo evitar intoxicaciones, mantener los alimentos frescos y evitar la pesadez estomacal? Para ayudar a entender estos riesgos, la ingeniera en alimentos, Rosana Mendoza, dio una serie de recomendaciones para disfrutar de las celebraciones con seguridad.

Rosana recomienda comenzar las festividades con una dieta más liviana, priorizando frutas y verduras. «La tradición de nuestras fiestas está llena de platos calóricos que estresan nuestro sistema digestivo. Es un buen momento para incorporar alimentos más frescos y menos pesados», explicó Mendoza. Aunque las carnes y los dulces son típicos, es preferible reducir el consumo de estos productos, no solo por el riesgo de un malestar digestivo, sino también por el impacto en la salud general.

Uno de los aspectos más importantes a la hora de preparar la comida con antelación es la correcta conservación. «La carne, por ejemplo, debe ser cocida completamente. Si planeas consumirla a temperatura fría, no debe pasar más de dos horas entre la cocción y el enfriamiento en la heladera», detalló Mendoza. Además, insistió en que nunca se debe descongelar carne a temperatura ambiente, ya que esta práctica favorece el crecimiento de bacterias. «La refrigeración es clave, y la carne debe ser almacenada separada de otros alimentos para evitar contaminaciones cruzadas.»

En relación con la preparación de alimentos, Mendoza aconsejó evitar hacer grandes cantidades que luego no se consumirá. «Ser conscientes del desperdicio de comida no solo ayuda a la economía, sino también a la salud», comentó. «Hacer alimentos frescos para el momento reduce los riesgos de contaminación y nos permite disfrutar de lo que comemos con mayor seguridad.»

Para quienes disfrutan de la cocina casera, como hacer pan dulce o galletitas, Mendoza explicó que estos productos tienen un bajo riesgo bacteriano, siempre y cuando se cocinen correctamente. «El problema con los alimentos horneados no es tanto la contaminación, sino cómo se almacenan después. Los productos deben enfriarse completamente antes de ser embalados para evitar la acumulación de humedad, que favorece la proliferación de bacterias.»

Un tema crítico en las celebraciones son las conservas, especialmente los pepinitos y otros encurtidos. «Si se preparan en casa, es vital no saltarse pasos en la cocción y el envasado. El botulismo es una bacteria peligrosa que puede crecer en ambientes sin oxígeno, como ocurre en las conservas mal elaboradas», advirtió. «Si se opta por comprar conservas ya envasadas, asegúrate de que no estén abolladas. Cualquier daño en el envase puede ser una vía de entrada para bacterias peligrosas.»

El consumo de bebidas alcohólicas, especialmente aquellas no pasteurizadas como algunas cervezas o sidras artesanales, requiere especial cuidado. «Las bebidas artesanales pueden ser más vulnerables a la contaminación si no se mantienen a la temperatura adecuada», dijo Mendoza. Además, alertó sobre los riesgos de la fruta y los helados, especialmente cuando no se mantienen en la cadena de frío adecuada. «Es fundamental que los helados estén bien conservados, ya que la escarcha indica que han sido descongelados, lo que puede ser riesgoso.»

Si bien la ensalada de fruta es un clásico de las fiestas, Mendoza recomendó no dejarla fuera de la heladera por más de unas horas, ya que es un alimento muy sensible a la contaminación. «Es crucial lavarla bien y mantenerla refrigerada. Además, el uso de jugo de limón ayuda a evitar que las frutas se oxiden», sugirió.