YACARATIÁ, LA MADERA COMESTIBLE QUE CRECE MISIONES

En la región de Misiones, la madera del árbol yacaratiá ha comenzado a abrirse paso en la alta cocina como un ingrediente inusual y sorprendente. Este árbol nativo de la zona, que puede alcanzar hasta 30 metros de altura, tiene una madera porosa y húmeda, sin celulosa, lo que la hace inadecuada para los usos tradicionales de la industria maderera, como la fabricación de muebles o papel. No obstante, el ingeniero forestal Roberto Pascutti, junto con un equipo de chefs, descubrió el potencial culinario de esta madera, transformándola en un ingrediente versátil y exótico.

El proceso para hacer comestible la madera de yacaratiá es complejo y en gran parte se mantiene en secreto. Se sabe que comienza con una cocción en agua durante un día, seguida de una segunda cocción lenta con azúcar de caña, un procedimiento que dura tres días. Este tratamiento le confiere a la madera un sabor y textura únicos, haciéndola apta para la cocina gourmet.

En algunos restaurantes, como el del chef Gunther Moros, el yacaratiá se presenta en platos sofisticados, como filetes ahumados o braseados que recuerdan a un carré de cerdo. Además, la madera comestible ha sido incorporada en innovaciones culinarias como helados, destacando el helado de mandioca con trozos de yacaratiá, que ofrece una combinación inesperada de texturas en un postre único.

Este nuevo uso de la madera no solo representa una novedad gastronómica, sino que también posiciona a Misiones como pionera en el desarrollo de productos culinarios sostenibles y sorprendentes, provenientes de sus recursos naturales.