INTELIGENCIA ARTIFICIAL GENERATIVA

La inteligencia artificial (IA) generativa se ha consolidado como una de las tecnologías más disruptivas en 2024. Su capacidad para asistir en tareas cotidianas, desde la programación hasta la generación de ideas, promete transformar diversos sectores. En América Latina, se espera que esta IA sea clave para el crecimiento económico, facilitando procesos empresariales y optimizando la productividad. En Argentina, un 50% de los CEO ya reconocen su importancia para los próximos tres años.

Además, la IA generativa se está utilizando en aplicaciones diarias como motores de búsqueda, software de oficina y plataformas de diseño, donde actúa como un asistente inteligente disponible las 24 horas del día. Esto no solo ahorra tiempo en tareas repetitivas, sino que permite a los usuarios enfocarse en aspectos más creativos y humanos de su trabajo. Sin embargo, también hay desafíos éticos y de privacidad que deben abordarse, como el uso equitativo y transparente de los datos.

La convergencia entre lo digital y lo real se está acelerando. Tecnologías como la realidad aumentada y los gemelos digitales están estrechando los límites entre ambos mundos. Un ejemplo de esto es la creciente adopción de avatares digitales en entornos laborales y de entretenimiento, lo que subraya cómo la tecnología está remodelando nuestra interacción diaria con el mundo físico.

Por otro lado, el mercado laboral en el sector tecnológico sigue enfrentando una gran demanda de talento, con un déficit de 85 millones de empleos proyectado para 2030. Este déficit podría tener un impacto económico significativo, generando pérdidas de ingresos anuales a nivel global. A pesar de esto, la IA también está generando nuevos empleos, especialmente en Estados Unidos, donde empresas están contratando en función de esta tecnología emergente.

Finalmente, la IA generativa plantea interrogantes en cuanto a la regulación. Se espera que en 2024 se inicien debates más sólidos sobre la necesidad de políticas claras que garanticen su uso responsable, ya que su impacto en la privacidad y la seguridad cibernética no debe subestimarse​.