Esta herramienta puede permitir echar una nueva luz sobre esta figura, considerada por los antiguos griegos como la diosa de la castidad y la naturaleza. Por su lugar en el panteón del Monte Olimpo, era venerada por mujeres jóvenes y adultas en buena parte del territorio europeo, del norte de África y del este de Asia. Hija de Zeus y gemela del dios del Sol, Apolo, su lugar de culto más famoso fue el Templo de Artemisa en Éfeso, considerada una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.
La primera imagen que Copilot genera de Artemisa en la vida real tiene el concepto de un retrato. La mirada fija al frente de la diosa delata su seguridad, así como lo hace la firmeza con la que sujeta la cuerda tensa de su arco. El arma de madera pulida tiene un agregado de bronce en el medio, donde se observa la efigie de un hombre que bien podría ser Zeus, el padre de Artemisa y dios más poderoso del sistema griego. Detrás del arco, aparece su carcaj de flechas. Artemisa es retratada como una mujer joven de cabello castaño, tonalidad marrón que se repite en sus pestañas, sus ojos y también su túnica.
