El 5 de agosto de 1962, el mundo del cine perdió a una de sus figuras más emblemáticas cuando Marilyn Monroe fue encontrada muerta en su casa de Los Ángeles, California. Tenía 36 años. Monroe, cuyo nombre real era Norma Jeane Mortenson, se convirtió en un icono cultural gracias a su talento, belleza y carisma.
Marilyn Monroe comenzó su carrera como modelo antes de trasladarse al cine. En los años 50, alcanzó la fama con películas como Los caballeros las prefieren rubias (1953), La comezón del séptimo año (1955) y Una Eva y dos Adanes (1959). Su habilidad para combinar el humor y el atractivo sexual la convirtió en una de las actrices más populares y queridas de su tiempo.
Más allá de su carrera, Monroe también fue conocida por su tumultuosa vida personal. Se casó y divorció tres veces, incluyendo matrimonios con el famoso jugador de béisbol Joe DiMaggio y el dramaturgo Arthur Miller. Su lucha con problemas de salud mental y adicciones fue ampliamente publicitada, y sus conexiones con figuras políticas y de Hollywood añadieron más misterio a su vida.
La muerte de Marilyn Monroe fue declarada como probable suicidio debido a una sobredosis de barbitúricos, aunque ha sido objeto de numerosas teorías conspirativas. Su fallecimiento marcó el fin de una era y dejó una huella imborrable en la cultura popular.
A pesar de su trágica muerte, el legado de Marilyn Monroe ha perdurado. Su imagen y su influencia siguen siendo relevantes, y su vida y carrera continúan fascinando a generaciones. Monroe es recordada no solo por su impacto en el cine, sino también por su valentía al enfrentar las adversidades personales y profesionales.