«Historias Invisibles,» el nuevo thriller de Guillermo Navarro, llega a las salas de cine con una historia que aborda la realidad del secuestro y la trata de personas en Argentina. Eleonora Wexler interpreta a Graciela, una madre desesperada que busca a su hija de 18 años, Paula, secuestrada por una red de trata. La película, que también cuenta con las actuaciones de Antonella Ferrari, Vanesa González, Pablo Pinto, Pablo Tolosa y Mariano Bertolini, se estrena el 6 de junio.

«Un thriller donde el horror es la realidad» es la frase con la que se ha promocionado «Historias Invisibles,» y lamentablemente, es una descripción acertada. La película está inspirada en historias reales de trata de personas en Argentina. Navarro, que comenzó a escribir el guion mientras estaba fuera del país, se vio influenciado por noticias que leía en la prensa sobre este tema.

La trama sigue a dos chicas secuestradas por la misma organización: Cecilia, de 16 años, y Paula, de 18. Cecilia es captada por un novio mayor mientras vive en Catamarca, y Paula es secuestrada violentamente en Mendoza. Ambos padres, Jorge (Tolosa) y Graciela (Wexler), se embarcan en una desesperada búsqueda de sus hijas, enfrentándose a un sistema judicial y policial corrupto.

Wexler, madre de una joven de 20 años, revela los desafíos emocionales de interpretar a Graciela: «Me costó mucho. En muchos momentos sentí que podía involucrarme hasta cierto punto porque, más allá de estar muy comprometida, me costaba un montón.» Inspirada por casos reales como el de Susana Trimarco, Wexler señala que lo más cercano que tenía era «el sentimiento de madre, nada más y nada menos.»

Navarro, quien tiene una trayectoria en el periodismo y los documentales, se adentra en la ficción con un enfoque social. «Historias Invisibles» es una ficción testimonial que busca generar concientización sobre la trata de personas. «La película polemiza, deja abierta la posibilidad de que cada uno pueda preguntarse cómo se termina esto, de qué manera,» comenta Wexler. Navarro agrega: «Siempre hubo un amor por la ficción, pero esa mirada social se me quedó pegada porque todas las historias que se me ocurrieron hasta ahora tienen algún abordaje social.»

La película también explora las complejidades de los personajes involucrados en la trata. Ringo (interpretado por Pinto), un proxeneta que también es un padre de familia, refleja esas contradicciones. La película no solo critica a los explotadores, sino que también aborda temas como la figura del cliente y el abolicionismo.

Wexler expresa su orgullo por el estreno de la película: «Poder estrenar una película hoy es algo que me da orgullo porque Guillermo lo hizo solo y a pulmón junto a Sofía Toro Pollicino (productora) en el Polo Audiovisual de Mendoza.» Respecto a la situación actual del INCAA, Wexler comenta: «Es muy preocupante. Seguramente se puede hacer una revisión de las políticas, pero no desfinanciar y tirar por la borda todo lo que se construyó en materia de derechos humanos, política, cultura.»

«Historias Invisibles» promete ser más que una película; es una llamada a la acción y un recordatorio de que el horror puede ser parte de la realidad cotidiana, y la lucha por la justicia, una responsabilidad colectiva.