Flavia Ochoa, tiene 39 años y vive en la localidad de Coronel Moldes, Córdoba, demandó por 100 millones de pesos a la farmacéutica AstraZeneca por haber supuestamente desencadenado un síndrome que la dejó lisiada luego de aplicarse la tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19.
Aseguró que ahora depende a diario de la ayuda de los demás para poder moverse en su casa, ya que no puede llevar una vida normal ni trabajar.
De acuerdo con la demanda, el 4 de enero de 2022, siguiendo las recomendaciones de “expertos”, se colocó la tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19 (lote 77.946) en un centro de vacunación de la localidad de Coronel Moldes.
Algunas horas después, comenzó con calambres fuertes y flojedad en las piernas. Su médica le dijo que podía ser un efecto adverso de la vacuna. Le suministraron decadrón y diclofenac para mitigar el fuerte dolor. Se le adormecieron las piernas y la derivaron a una clínica en Río Cuarto.
“Empecé con calambres muy fuertes y con dolores. Eran calambres raros, en brazos, manos y piernas. No lo asocié con la vacuna. Los calambres fuertes que me aflojaban las piernas”, contó.
Los médicos, al principio, le dijeron que se trataba de “una alergia a la vacuna. Pero si hubiera sido, se hubiera pasado a los dos días”.
Según consta en la demanda, le realizaron diversos estudios y le diagnosticaron síndrome de Guillain Barré con cuadriparesia. Le advirtieron que estaría aproximadamente dos meses en silla de ruedas con rehabilitación.
“Ahora hago pocos pasos con andadores. Dependo todo el tiempo de los demás”, agregó y contó que antes de vacunarse con AstraZeneca no sufrió de problemas de salud.
Fuente: Revista Codigos